Cuando hablamos de movimiento, la mayoría de nosotros piensa en ejercicio. Todos y todas sabemos que el ejercicio es importante, y seguramente, vas a correr, vas al gym o juegas a pádel y dedicas una, dos, o tres horas por semana al «ejercicio», pero…
¿Qué pasa con el movimiento? ¿Nos movemos realmente en toda la amplitud que nuestro cuerpo nos permite?.
En nuestra vida cotidiana, la mayoría de nosotros no necesitamos utilizar algunos rangos máximos debido a que no nos hacen falta. Algunos ejemplos son: ponerse en cuclillas, rotar internamente el hombro o realizar una extensión de columna.
Nos sentamos en la silla, en el sofá, mientras comemos, mientras usamos el WC…Entonces, ¿en qué momento del día nuestra cadera se mueve en todo su rango?.
Día tras día, los movimientos que no utilizamos, van perdiendo amplitud. ¿Cómo repercute eso en nuestra vida cotidiana?.
Perdemos movilidad.
Nuestros músculos pierden fuerza, porque no los activamos para llegar a esos rangos máximos.
Si perdemos movilidad y hemos perdido fuerza, nuestro sistema nervioso “aprende” a no moverse dónde no controla ese movimiento y eso a la larga puede producir dolor. Otra cosa que puede pasar es que el sistema nervioso se active porque quiere protegerte y como siente inseguridad, te avisa con dolor.
Supongamos que nuestra cadera ha perdido capacidad de movimiento debido a que no usamos las rotaciones de cadera en nuestro día a día. En el momento que necesites realizar un movimiento que implique que ésta se mueva, si no tienes ese rango, la articulación vecina va a ayudar a realizar el movimiento.
- ej: Si hago una sentadilla, y desciendo mi cuerpo demasiado hasta el punto que mi cadera ya no puede rotar y/o flexionarse más, las rodillas se me juntarán para conseguir ese movimiento y mi columna lumbar se arqueará para poder descender más. Si llevo el peso hacia los talones, flexionaré más la rodilla, y si quiero descender más, lo haré llevando el peso a la punta de los dedos, poniendo más tensión en la zona de la rodilla.
Por lo que, una disminución del movimiento en una articulación del cuerpo, puede afectar a la articulación vecina e incluso, llegar a afectar a las “vecinas de las vecinas”.
El cuerpo está a tu disposición e intentará hacer el movimiento que le pides de la manera más fácil para él y cómo pueda. Escucharlo y observarlo nos va a ayudar a prevenir muchas lesiones y dolores.
Los CAR’s (en español, Rotaciones Articulares Controladas) son una herramienta increíble para conectar con tu cuerpo, mejorar la conexión con tu cerebro e ir creando una rutina matutina completa.
En el siguiente vídeo te explico qué son y te muestro dos ejemplos para que puedas empezar a ¡ponerlos en práctica ya!.
Y si te has quedado con ganas de más, te adjunto un regalo para que entiendas la importancia de los CAR’s y sus aplicaciones y consideraciones.
CARS (rutina matutina)